
Ese festival de los espíritus bailando en la oscuridad; solo se pueden observar sus siluetas y sentir el alivio de sus cuerpos sincronizados con la música y el universo...
Dan alivio a quien los vea y contagian el movimiento en las piernas, salirse de sí mismo y entrar en el disfrute, pararse y vibrar sintonicamente, haciendo del cuerpo un canal de distribución entre la energía y el deshinibo... Miradas atrás, a los lados, y de pronto se cruzan y sonrien...
La armonía está aquí, se puede oler, se puede respirar y no es táctil...
Después a ese lugarcito de dos pisos donde se reúnen "los alternos" hay música nueva, un grupo de dos seres humanos tocan música suave para todos, eléctrica, piano, ritmos, y viajas, entras al espacio solo y contemplas que frágil es la vida y que el tiempo no existe, estas preso en la melancolia, esos pensamientos que provoco su música nueva, te hace comprar el disco a un buen precio, simplemente somos energía y en ella vamos flotando... algunos quieren ahogarse...
Y después más música y tus pies empiezan a salir de la pose seria y se divierten cuanto quieren hacerlo... Ese lugar es fascinante, tanto que ya llevaste a todos tus amigos a visitarlo y disfrutarlo contigo: sus adornos, esos dibujos en la pared, el cielo simulado en el techo, la poca luz, la sincronia, la entrada con esos caracoles de colores que te identificaron a prisa con ese lugar tan vivo y relajante, emocionante y buenas vistas, comodidad.
Las miradas que se han guardado son apreciables y siempre se renuevan.
Esa noche tristeza, esos pasos en la oscuridad reflexionando vidas y el vino buenísimo...
Melancolia nocturna llego y no se va a ir por mucho tiempo, hace creer esta situación que come el alma y solo eso.
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